Costa Amalfitana por mar: tour privado en barco desde Positano

Daniele fue magnífico y nos mostró todo muy bien. Lo recomiendo muchísimo.

Fue un placer trabajar con Domineco al reservar el día del barco a bordo del barco Romar Bermuda. Fue muy fácil comunicarse con él a través de mensajes en la aplicación Click&Boat y luego en WhatsApp para comunicar más detalles. Nuestro patrón Roberto hizo un trabajo increíble hoy y tuvimos el mejor día gracias a su experiencia y amabilidad durante todo el día. Pudimos ver toda la costa de Amalfi, ir a la Gruta Azul, ir a nadar y almorzar en Capri, que este equipo nos reservó amablemente. Vimos muchas cosas en el camino y nos sentimos cómodos todo el día. ¡Gracias por un gran viaje!

Vincenzo fue nuestro patrón durante el día y fue increíble. Su inglés era excelente, así que nos contó todo lo que estábamos pasando, muchas historias interesantes. Hicimos el recorrido por la costa de Amalfi y nos detuvimos en una hermosa playa apartada para nadar, y fuimos a nadar dentro de una cueva y una pequeña cala hermosa con aguas cristalinas. Vincenzo puso radio de música italiana mientras conducíamos, ¡fue hermoso! El barco era diferente al que habíamos reservado, pero Vincenzo hizo que el día fuera increíble de todos modos xx

Dado un hermoso día, sospecho que sería muy difícil no disfrutar de un día en las aguas alrededor de Capris. Y lo hicimos; Tuvimos un rato maravilloso. Sin embargo, no volveríamos a utilizar este operador ni recomendaríamos sus servicios. Estas son las principales razones de nuestras bajas calificaciones. 1. No recibimos el barco que alquilamos. no conozco los barcos; el bote real utilizado puede haber sido técnicamente mejor que el bote anunciado, pero ciertamente no era más nuevo y no se presentaba tan bien como el bote que se muestra en el anuncio. El operador dijo que el barco que alquilamos estaba en reparación. Esta afirmación fue un poco difícil de creer porque reservamos el chárter con solo 36 horas de anticipación. 2. Operador ausente. El operador real no apareció. Estaba “en otra gira”. En cambio, se comunicó por mensaje de texto y contrató a un patrón para capitanear el barco. Este fue un gran problema (dada la tarifa cobrada) porque el patrón no hablaba una palabra de inglés y no podía guiarnos adecuadamente sobre lo que queríamos ver o hacer. Tampoco pudo decirnos ni enseñarnos nada sobre la zona. Para empeorar las cosas, el envío de mensajes de texto al operador falló una vez que estábamos en el agua porque generalmente no teníamos señal. En un recorrido menos costoso (de los cuales hubo muchos), podría haber esperado participar en el viaje con poca personalización y pocas oportunidades para hacer preguntas, pero dado el precio que pagué a este operador, encontré que el servicio estaba por debajo de las expectativas. . 3. Decisión de itinerario absolutamente insana. Al otro lado de Capris, mi esposa y yo hicimos un gesto para mostrarle al patrón que estábamos listos para comer. Se detuvo en un restaurante (al cual atracas directamente), pero estaba lleno. Luego, por alguna razón que sólo el patrón y Dios conocen, en lugar de llevarnos a la ciudad de Capris (a unos minutos de distancia), condujo de regreso a través del canal a Sorrento, que es donde habíamos abordado el barco esa mañana. Tardamos casi una hora en volver a Sorrento y 45 minutos en volver a Capris después de comer. Literalmente desperdició de 1,5 a 2 horas del día (ya que saltarse canales en aguas abiertas ciertamente no era nuestro objetivo). Además, la decisión nos puso en un pueblo para almorzar que no teníamos motivos para volver a visitar. Cuando salíamos de la isla de Capris para almorzar, supe que algo andaba mal e intenté evitar que el patrón regresara a tierra firme, pero no pudo entender ni una palabra de lo que estaba diciendo. Insistió en dirigirse en su dirección preferida. Cuando finalmente nos detuvimos en Sorrento, me quedé estupefacto. De vuelta en tierra, le envié un mensaje de texto al operador para hacerle saber que estaba irritado. En lugar de admitir lo absurdo de la situación, hizo una extraña sugerencia de que habría sido difícil almorzar en Capris. Esto obviamente era una tontería. Después del almuerzo, regresamos a Capris y vimos restaurantes por todas partes. 4. El insulto. Al final del viaje, cuando llegó el momento de pagar la gasolina, el operador tuvo la osadía de cobrarnos extra por haber hecho dos viajes a Capris. Cuando le sugerí al operador (por mensaje de texto, por supuesto) que el segundo viaje a Capris fue el resultado de una decisión loca del patrón que desperdició dos horas del día, simplemente dijo que no lo combatiera. No lo hice, y ciertamente no lo haré en el futuro. Me siento un poco mal al dejar esta revisión porque podemos decir que el patrón era un tipo realmente maravilloso. Parecía el tipo más agradable del mundo, muy ansioso por complacer. Le dimos propina, de hecho. El operador simplemente lo puso en una posición en la que el incumplimiento de las expectativas era casi inevitable. En resumen, recomendaría encontrar a alguien más barato o mejor. Probablemente podrías hacer ambas cosas.